jueves, 20 de marzo de 2014

Renovaciones desde el más allá

Hoy me ha llegado una carta con la renovación de la tarjeta sanitaria y me ha llamado la atención el texto que he subrayado en rojo.

"En el momento en que se produzca algún cambio en el domicilio, fallecimiento del titular o en cualquier otro dato aportado para la emisión de su tarjeta sanitaria, deberá acudir a su centro de salud..."

Me da a mi que en caso de fallecimiento del titular este no se presentará en el centro de salud para decir "oye que me he muerto, ¿podríais cancelar mi tarjeta?"

lunes, 17 de marzo de 2014

Mis amigas del Civic rojo

Este fin de semana he aprovechado para hacer una visita a Gustavo y la verdad es que lo hemos pasado bastante bien, en plan tranquilo pero bien, prácticamente nos hemos pasado el fin de semana contándonos nuestras cosas y viendo pelis como "El juego de Ender" y un trocito de "Monstruos contra Alienígenas"... lamentablemente los fines de semana solo son dos días y no dan para mucho más así que toca volver a la rutina pero eso sí, hasta el viaje de vuelta ha sido bastante curioso.

Es frecuente que los conductores anden un poco estresados en la carretera y, por desgracia, creo que todos hemos tenido algún que otro encontronazo con alguien que te da las luces o que te pita haciéndose el gallito... en fin que parece que la gente siempre va con prisas pero en esta ocasión ha sido todo lo contrario y me parecía justo que igual que me quejo cuando se hace mal también hay que contar cuando te alegran el día.

Estaba yo en mi mundo, en mi C3, conduciendo por la autovía de vuelta a casa con la velocidad de crucero puesta a 100km/h y la radio a todo trapo cantando esas canciones que tanto me gustan (aviso importante: solo canto estando solo jiji) y me he percatado que volvía a tener delante un Honda Civic de color rojo que ya había adelantado dos veces así que me dispuse a adelantarlo nuevamente pero esta vez prestando un poco más de atención.

En su interior había unas chicas muy simpáticas hablando entre ellas, riendo... en fin parece que también estaban de regreso de un agradable fin de semana. Me han mirado y saludado con una gran sonrisa y al poco me han vuelto a adelantar volviendo a saludarme como si nos conociéramos de toda la vida así que yo he seguido el juego de saludos y adelantamientos (a baja velocidad) un par de veces más y la verdad es que ha sido divertido y quiero agradecérselo desde aquí porque como decía al principio, por desgracia nos hemos acostumbrado a que los conductores suelen estar estresados pero, por suerte, aún hay gente que se toma las cosas con humor y ofrece su mejor sonrisa a los demás.

Unos kilómetros después ellas han tomado una salida y nos hemos tenido que despedir pero me han alegrado el día.

Gracias y, hasta el siguiente viaje.