En estos días de considerable movilidad a través de la geografía española me detengo a comentar lo que muchos de nosotros observamos y no veo, por ahora, que nadie ponga solución. He viajado a Murcia, mi tierra, a pasar unos días en familia. Desde hace unos años esta ciudad sufrió numerosas obras para incorporar un buen número de rotondas, donde está claro que los murcianicos no tienen muy claro su uso. La rotonda que da acceso al centro comercial Thader tiene un buen número de carriles. Los coches se crucen en todos los sentidos. Pitidos a montones, algún roce, malos modos y otros se escuchan a diario...
Mi principal inquietud, cambiando de tema, en este post viene de mi vuelta a Madrid. La A3. Esa carretera, como tantas otras de acceso a Madrid que soportan el tráfico de un buen número de vehículos. Me encontré que tenía un dilema. Los conductores de la derecha van a una media de 100-110 y los de la izquierda... los "abonados" a la izquierda, aquellos que no se pasan a la derecha para levantar el pie del pedal, circulan desde 140 en adelante. Muchos me pasaron a más de 160. Teniendo en cuenta que era de noche es toda una temeridad. ¿Qué hago yo? ¿Por qué carril circulo a velocidades legales? Parece que la DGT ya hizo campañas para denunciar esto incluyendo, por supuesto, lo contrario.
Si un coche circula en el carril izquierdo (en una autovía de dos carriles por sentido) a 100, es falta grave el adelantarlo por la derecha con los riesgos que ello derivaría. ¡Bien! ¿Entonces qué hago, nuevamente? Nos pondremos detrás de ese vehículo a ver si quisiera pasarse a la derecha. El conductor Zen, el imperturbable "yo-voy-genial-por-este-carril-que-además-no-está-tan-deteriorado-como-el-asfalto-de-la-derecha". Y en ese momento un Seat León negro "de malote" nos llega apretando a nosotros por detrás.... ¡Gluuupsss!
Veo que hay mucha literatura sobre el tema , por lo que no insistiré mucho más. En el fondo de todo esto, debemos ser, todos, coherentes y preservar, ante todo, la seguridad de nuestras carreteras. Sirva de reflexión (yo mismo incluido).