Pensaba yo, que después de mi Amstrad CPC 6128 había conocido a mi añorado 386 DX 40. Sin embargo, la marca de la manzana se cruzó por mi camino...
Yo estaba en el instituto por aquel entonces, aprendiendo inglés entre otras asignaturas. Un día vi por los pasillos unos carteles invitando a los alumnos a colaborar con la revista del instituto. Era una parte en inglés y otra en castellano por lo que decidí ir un viernes por la tarde a ver qué se cocía por la redacción. Resultaba que la revista se hacía (y se sigue haciendo) en la sala de informática del instituto. Por aquel entonces estaba formada por varios 80286 a 16 Mhz (tenía un botón "Turbo" para pasar de 8 a 16 Mhz, ahora lo recuerdo con cariño). Había, además, un par de 80486 DX 33. Estos tenían disco duro a diferencia de los 286 que solo poseían doble disquetera de 3 1/2.
Utilizábamos los 286 para pasar los textos de las redacciones y así que entré en este grupo. Recogíamos los artículos recibidos y los pasábamos a limpio. Más adelante sacábamos los textos en disquettes (no había red por aquel entonces en las aulas y mucho menos internet) e introducíamos aquellos disquettes en formato de texto plano en el Macintosh Classic II de que disponíamos junto a un escáner de sobremesa en blanco y negro bastante grande y pesado. Las prestaciones de este equipo eran bastante limitadas aunque correctas en aquel tiempo, 40 MB de disco duro y 2 MB de RAM.
El profesor que dirigía la revista me vio con interés y decidió que podía hacer la maquetación de la revista. A mí me sonaba un poco a chino y cuando miraba al Mac de reojo no sabía muy bien para qué servía. Y entonces él me enseñó el Aldus PageMaker 4.0. Este programa era el equivalente hoy día a soluciones como QuarkXpress que es el que usan bastantes imprentas para hacer sus composiciones.
Aprendí mucho y me divertía bastante el colocar los textos y fotografías que escaneábamos. Todo ello fue una época corta de mi vida, muchos viernes por la tarde echando horas para que muchos estudiantes pudieran tener en sus manos cada cierto tiempo una nueva edición de la revista.
Y fue en ese momento cuando, mi padre decidió que necesitábamos cambiar de ordenador... ¿cual compraríamos?
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